El cambio climático hace que las estaciones del año se vean afectadas, cuando tenemos primaveras y otoños muy cortos las abejas no pueden aprovechar toda la floración y la entrada de alimento se verá seriamente perjudicada. Las altas temperaturas registradas en los últimos veranos hacen que las abejas sufran mucho y tengan trabajo en encontrar fuentes naturales de agua.